Un breve repaso a su historia y uso
La sal es conocida desde la prehistoria por su capacidad para sazonar y conservar los alimentos. Se extraía de las minas, a menudo enterradas en el suelo, o, más fácilmente, de los manantiales de sal o del mar (cultivo de sal).
Las rutas de la sal fueron las principales vías de comunicación y comercio desde la Antigüedad para el transporte de la sal desde las regiones productoras hasta las regiones donde no había sal.
La sal también ha sido un medio de intercambio y una moneda, especialmente en China y Europa. La sal fue gravada durante varios siglos mediante un impuesto específico llamado gabelle que apareció bajo Luis IX. Este impuesto, que se convirtió en permanente, variable según la provincia y creciente hasta el punto de encarecer el precio de la sal, se hizo tan impopular que provocó éxodos rurales masivos, desencadenó guerras y participó notablemente en el estallido de la Revolución Francesa.
¿Qué es la sal?
La sal se compone de cloro y sodio. En 1 gramo de sal hay 600 mg de cloro y 400 mg de sodio, de ahí el nombre de cloruro de sodio.
Inicialmente, la sal (NaCl) es una materia prima químicamente similar en todas partes. En algunas regiones, puede cosecharse, purificarse y secarse de forma muy industrial o artesanal.
Sin embargo, en el caso de la producción industrial, no se puede hablar de sal "química" porque no se produce ni reacciona químicamente. Por otra parte, no todas las sales se someten al mismo tratamiento después de la cosecha.
La sal de mesa puede ser refinada y contener un 99% de cloruro de sodio y puede estar enriquecida con yodo, flúor o antiaglomerantes.
Una sal marina o flor de sal será naturalmente más alta en oligoelementos y a menudo contendrá menos del 80% de cloruro de sodio (+/- 77% de cloruro de sodio, 16% de sales de magnesio, 4% de sales de calcio y 2% de sales de potasio).
Su aspecto, cristalización y densidad también serán diferentes (cristales grandes, escamas, pirámides, etc.).
¿Contenido de sal o de sodio?
Cuidado, no es lo mismo. La sal alimentaria es cloruro de sodio, una molécula compuesta por un 60% de iones de cloro y un 40% de iones de sodio.
1 gramo de sodio corresponde a 2,54 gramos de cloruro de sodio.
Si la composición de un alimento menciona la cantidad de sodio, tendrá que hacer un pequeño cálculo para averiguar el porcentaje total de sal absorbida.
¿Para qué se utiliza la sal?
Tanto el sodio como el cloro son esenciales para el buen funcionamiento del metabolismo. Entre otras cosas, ayudan a mantener el volumen sanguíneo, transmiten señales a las paredes celulares y transportan otros nutrientes como la glucosa.
Según diversos estudios, un consumo razonable de sal se sitúa entre 7,5 y 12,5 g de sal al día.
Los beneficios de la sal en los deportes de resistencia
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Durante el ejercicio
El agua pura se asimila peor que el agua con sodio añadido. Esto es un hecho. El efecto del sodio (que es un electrolito) en la hidratación es muy relevante para los deportistas.
En comparación con la ingesta de agua sola, el consumo de la cantidad correcta de sodio con agua durante el ejercicio promueve una mejor y mayor ingesta de "líquido", mejorando así la hidratación, o más bien limitando la deshidratación relacionada con el ejercicio.
Además, la adición de sodio ayuda a mantener mejor los volúmenes plasmáticos y extracelulares. En efecto, limita la disminución del volumen plasmático durante el ejercicio (este volumen plasmático corresponde al volumen sanguíneo en otras palabras). En pocas palabras, ayuda al deportista a reducir la frecuencia de la micción, lo que le permite ahorrar tiempo durante la carrera y no pasar tiempo en el arcén.
Por último, este aporte de sodio contribuye a limitar el descenso de la concentración plasmática de sodio (llamado hiponatremia para un valor inferior a 130mmpl.L-1). Esto es especialmente cierto en el caso de pruebas muy largas (ultratrail, ciclismo de ultradistancia, Iron Man...) que se realizan en condiciones ambientales calurosas donde la evaporación y la transpiración son importantes.
No existe un valor preciso para la ingesta de sodio por hora de esfuerzo. A la vista de las últimas investigaciones, parece que una ingesta de 400 a 500 mg de sodio (es decir, de 1,2 a 1,5 g de sal) por hora es satisfactoria para los eventos de larga duración.
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Después del ejercicio
Es posible compensar la deshidratación de forma más eficaz y rápida después de un esfuerzo consumiendo un poco de sodio además de las bebidas durante la recuperación. La forma de hacerlo no es demasiado importante.
Cuanto antes lo haga, mejor se restablecerá el equilibrio hídrico y mineral y se optimizará la recuperación. Esto es especialmente importante cuando los atletas tienen que realizar ráfagas de esfuerzo largas e intensas muy seguidas (por ejemplo, en una carrera ciclista de ultradistancia).
¿Dónde encontrar sal en Holyfat?
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¿Qué sal utilizamos?
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